Un palo plantado en el suelo fue el primer reloj del ser humano. Hace más de 2000 años, Nemrod, nieto de Moisés, fue el primero en dividir el día y la noche en doce horas, respectivamente.
En la antigua Grecia el tiempo solía calcularse por la longitud de la sombra producida por una columna que se medía por pasos. Así, un personaje de Aristófanes dice: “Cuando la sombra tenga diez pasos de longitud, ven a cenar”.
A stick planted in the ground was the first watch of the human being. More than 2000 years ago, Nimrod, grandson of Moses, was the first to divide the day and night into twelve hours, respectively.
In ancient Greece used to calculate the time by the length of the shadow cast by a column that was measured in steps. Thus, a character in Aristophanes says, "When the shadow has ten paces in length, come to dinner"